viernes, 7 de agosto de 2009

YA DIO EL SII..

Era Andrés Silvera o la nada misma. Y el sí más esperado llegó ayer, pasadas las 16. El delantero aceptó la propuesta de Independiente y volverá a ponerse la camiseta con la que fue campeón y goleador en el Apertura 02. Su representante, Daniel Mandarino, llegó a un acuerdo con la dirigencia y la firma quedó sujeta a la desvinculación del Cuqui de San Lorenzo, algo que podía suceder anoche mismo. En el Rojo le harán un contrato por dos años y el lunes se pondría a las órdenes de Américo Rubén Gallego.

Justamente el Tolo fue una parte fundamental en esta historia. Porque si el chubutense, 32 años, terminó inclinando la balanza hacia Avellaneda fue por la presencia del técnico con el que dio su primera vuelta olímpica en el fútbol argentino. "Silvera siempre va a estar en mi mente porque me hizo salir campeón. Es un goleador, un buen pibe y eso es importante", lo endulzó el DT cuando la llegada de Luciano Figueroa empezaba a empantanarse y los cañones empezaron a apuntar hacia su ex dirigido. Gallego insistió por él porque sabe que se pone la camiseta y juega. ¿Le darán el 7 que era de Ismael Sosa o recuperará el 11 que tenía José Moreno y con el que gritó 16 veces en el torneo del título?

Vélez fue el otro equipo que por estas horas pisó fuerte en la negociación. River también quiso meterse, pero con menos fuerza. El campeón llegó a ofrecerle un contrato similar al del Rojo -casi u$s 500.000 anuales- y, sumado a que también competirá en las Copas, asomaba como una opción interesante. Pero, además de que estuviera Gallego, Silvera tiene un idilio especial con el hincha de Independiente, y viceversa: "El Cuquigooolll" atronó cada vez que el punta los enfrentó; y el Cuqui pidió perdón cada vez que les convirtió (cuatro veces, desde que se fue del Rojo en junio 03, siempre con el Ciclón). Y eso pesó.

En paralelo, Independiente acordó con San Lorenzo el pago de 650.000 dólares, con los que el Ciclón cancelará la deuda con el delantero (unos 250.000 verdes) y lo liberará. Resuelto ese tema (anoche u hoy), una vez que Silvera supere la revisión médica, meterá el gancho y se pondrá a full con los entrenamientos, ya que no hizo la pretemporada (hace unos días que está en Baires pero apenas si se movió por su cuenta). Y Gallego lo quiere como el faro en el área -como 9 sólo cuenta con juveniles-, que le permita reeditar el 4-3-2-1 que tantas alegrías le dio en el 2002. No hay dudas: es el sí más esperado.

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