viernes, 30 de julio de 2010

EL MAS INDEPENDIENTE





El duelo de homónimos fue para nuestro Independiente. El Rojo tuvo que sufrir un poco y esperar hasta el final para definir por 2 a 0 un partido complicado. Si bien, los once que paró el “Dani” no serían los que arranquen el campeonato ante Vélez, algunos jugadores aprovecharon para mostrarse y pelear un lugar. De lo más destacado: Pacheco, Maxi Velázquez , Hilario Navarro, y una muy buena entrada de Mancu para definir el encuentro. Todavía falta una semana y mucho trabajo para equilibrar el andamiaje del primer equipo.

La primera clara fue del Rojo a los 13 minutos. El Tano Gracián le dio al arco desde afuera y Germán Pacheco no llegó después del rebote que había dado Josué Ayala.
Después una corrida de Pacheco que derivó en un centro atrás para el otro delantero que puso en cancha Daniel Garnero, Leonel Núñez que no pudo definir bien en el punto del penal.
El chico proveniente del Atlético de Madrid se tomó muy enserio el amistoso y fue de lo mas desequilibrante en ofensiva. A los 16’ le dio por arriba del travesaño tras la descarga de Núñez.
Apenas pasados los primeros veinte minutos, Nuñez hacía volar de nuevo al arquerito del equipo mendocino, ésta vez para despejar al córner un zapatazo desde afuera.

El equipo de Avellaneda tuvo que sufrir la replegada del de Mendoza y, sin muchas ideas, pasó algunos sofocones. Claudio Fileppi se soltó y complicó a los Velázquez por el sector izquierdo.
Pérez y Ferradás manejaban la pelota en las cercanías del área de Hilario Navarro sin crear mucho peligro, pero mostrando las falencias de la última línea Roja.
Pacheco seguía con su movilidad, sobre todo por el sector izquierdo, y propició un disparo de Maximiliano Velázquez que contuvo Ayala cuando promediaba la primera mitad.
La mas clara fue de “La Lepra” a los 39´. Fileppi prendió la mecha de su botín derecho y le dio con alma y vida, pero Hilario la sacó con espectacularidad al córner.

Así se iba la etapa inicial, con el equipo local un poco mejor sobre el final y con algunos chispazos de Pacheco cuando se asociaba con Núñez por el lado de la visita.

Para el complemento, Garnero mandó a la cancha a Patricio Rodríguez
para suplantar a Leonel Níñez de discreto ¿último? partido y cuando todavía no se habían acomodado, Fileppi volvió a exigir a Navarro con un zurdazo. Por eso, para reforzar la defensa entró Leonel Galeano por Julián Velázquez a los 5´y algunos minutos después ingresaron Federico Mancuello y Nicolás Martínez por Cabrera y Gracián.
Sin embargo, los mendocinos seguían incomodando a Hilario. Una vez más, Fileppi exigió al arquero rojo, que con gran repentización volvió a ahogar el grito del ex Racing.

Poco y nada de los del “Dani”. El “Pato” intentaba y Pacheco también, pero no llegaban generar demasiado riesgo para Ayala.
Pellerano probaba su pegada. Y así, de un tiro de “Pelle” desde afuera, que Ayala manoteó al córner, llegó el primer gol del Rojo, recién a los cuarenta del complemento. Centro y Maxi Velázquez, de cabeza, abría el marcador.
Sobre el final, cuando “la Lepra” intentaba aprovechar un tiro desde la esquina para empatar, la pelota al área se fue muy pasada y “Patito” enarboló una contra mortífera para que Mancuello la termine empujando para poner cifras definitivas al amistoso.
En la última, “Mancu” tuvo el tercero, pero marró la chance que le había facilitado Pacheco después de una gran jugada individual.

Balance positivo por la victoria y por el desempeño de algunos nuevos como Pacheco y Velázquez que fueron de lo mejor, sumado a la sobriedad de Pellerano y el incansable ida y vuelta de Cabrera. Rodríguez y Mancuello, dos de la cantera, también aportaron lo suyo y lo plasmaron en la segunda conquista con un contraataque tan rápido como efectivo. Hilario tapó varias complicadas y siempre respondió bien para redondear una muy destacada labor.

En el debe, los desacoples defensivos, algunas dificultades en la creación y la falta de variantes en ataque.
Pensando que faltan Silvera, Battión, Parra y Matheu, el Rojo llega mejor de lo que había mostrado el sábado pasado ante Defensa y Justicia en el Libertadores de América, pero todavía falta mucho trabajo.

martes, 16 de febrero de 2010

Un Sufrimiento Innecesario





Si Gallego en la semana había advertido que le molestaba mucho la displicencia que mostraba su equipo en algunos pasajes, tras la victoria ante Estudiantes seguramente habrá potenciado su enfado. Pero tranquilo Tolo, que el árbol no tape el bosque. Independiente sumó su segunda victoria en el torneo y llegará entonado para los dos duelos clave: Vélez en Liniers y Racing en casa. La punta es un premio que halaga, un reforzador positivo para empezar a solucionar esos defectos que distorsionan la imagen de un equipo que se presume coqueto.

La decisión de Sabella de guardar a todos los titulares provocó alivio, aunque también le demandó mayor responsabilidad al Rojo, que jugaba por primera vez en su nuevo estadio bajo la luz del sol vespertino. El planteo inicial del Pincha fue mezquino pero inteligente. El conjunto platense dio una clase de presión y en apenas 10 minutos generó dos claras situaciones de gol. Se sabe que Independiente regala espacios detrás de sus volantes y que molestar a Acevedo es prácticamente ensuciar todo el juego del equipo. Por eso, si González hubiera tenido más precisión, la historia era otra.

En medio de ese complicado panorama, Independiente nunca renunció a su idea y, aún con imprecisiones producto de la asfixiante marca, cabalgó como pudo hasta Albil. Las únicas insinuaciones claras partían desde los centros de Mancuello (¿cuándo se animará a volver a desbordar como antes?) para Silvera, siempre activo e incisivo. Por derecha, Vella trepaba sin criterio y Piatti y Busse se anulaban mutuamente. Hasta que Mancuello robó en una salida y asistió con un gran pase al Cuqui, de prometedor arranque de torneo.

Con mayores espacios, el conjunto del Tolo fue netamente superior en el inicio del complemento y facturó por intermedio de Gandín, luego de una combinación entre Piatti y Silvera. “Listo, partido terminado”, se alivió un hincha en el Libertadores, mientras volvía a sentarse. Pero lo que siguió desde los 12 minutos del complemento fue una pesadilla. Las famosas displicencias volvieron a exhibirse en todas las líneas. La defensa insistió en marcar en línea (Galeano estuvo muy flojo en los cruces, raro en él) y se expuso a la velocidad de Núñez, Morales Neumann y Gaitán. Y el mediocampo apenas aportaba un hombre en la contención, obviamente Acevedo. Gabbarini tapó lo que pudo pero ni así se evitó el empate, un balde de agua fría en la tarde de San Valentín.

El gol salvador de Piatti, después de una jugada donde participaron Gandín y Patito Rodríguez (siempre clave como refresco, bien acompañado por Gracián). La calidad de sus individualidades salvó al Rojo de un empate con gusto asqueroso. La versión alternativa del Pincha, con apenas un punta neto, fue como una chispa que encendió un fuego feroz. Todavía invicto y con un prometedor potencial ofensivo, Independiente por ahora aprueba los exámenes con lo justo. Pero necesitará de mejores notas para aspirar a la graduación.